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Mostrando entradas de julio, 2017

El niño que soñó la cima del Tungurahua

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Tenía 12 años cuando vi a la ‘Mamá’ Tungurahua por primera vez. Fue durante el viaje de fin de curso a Baños. Yo iba en la ventana, en la parte trasera del bus, donde se metía relajo con los compañeros del Sexto B de El Cebollar. Pero paradójicamente no iba de bullanguero, sino extasiado con las elevaciones de la Avenida de los Volcanes: el Pasochoa, el Corazón, los Illinizas, el Cotopaxi… Ese fue mi primer contacto con la nieve, con la majestuosidad de nuestros Andes.                                                  La "Mama" Tungurahua. Foto: Juan Carlos Bayas Era julio de 1997 y ese viaje cambió mi vida para siempre, y no porque a la vuelta todos tomarían distintos caminos en el Mejía, el Montalvo, el San Gabriel o, en mi caso, en el Central Técnico. Cambió mi vida porque una inmensa pirámide de nieve ante mis ojos (aún no había efectos del cambio climático) me mostraba lo diminutos que éramos ante la naturaleza, también porque me dejaba admirar algo que aún no ha

The Lumineers y los que se marcharon

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Ni en el mejor de mis sueños pensé que el folk rock se convertiría en uno de mis géneros favoritos. Lo conocí con U2, Eagles y Los Bunkers, pero daba igual, un sonido californiano más. Quizá por ese desarraigo temporal esta música solo llegó a mí con The Decemberist, Grizzly Bear y The Lumineers. Sobre el último grupo quiero hablar, porque su música la conocí en el 2013 cuando llegaron a la cúspide musical, cuando Ho Hey!, Stubborn Love y Charlie Boy destacaron no solo en Seattle, New Jersey, Denver o Philadelphia sino también en Tailandia, Estonia, Sudáfrica y hasta en el Ecuador. Fueron una movida interesante, Wesley Schultz (guitarra), Jeremiah Fraites (batería) y Neyla Pekarek (violonchelo) en la cima, como alguna vez estuvieron grandes bandas mundiales. Pero algo pasó en su camino: fueron víctimas de la opinión pública que los declaró localistas: “muy countries, muy vaqueros, muy de granjas y tractores” . Entonces, se alejaron de los hits y ahora s

"ONCE IN A BLUE MOON"

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¿Alguna vez han escuchado la frase "once in a blue moon" ? Quizá lo han oído en el cine estadounidense o británico. No existen las lunas azules y no estamos ante un término literal. El equivalente de esta expresión en español es "una vez en un millón" , algo que no siempre sucederá en la vida. Hay una luna llena cada mes debido al movimiento de rotación de la tierra. Eso es lo usual, esa es la norma. Sin embargo, en ciertas ocasiones, sucede un hecho inusitado: se producen dos lunas llenas mensuales. A la segunda luna se le denomina "blue moon" en los países angloparlantes. ¿Por qué esto es importante? No, no es importante, todo continúa igual. Pero el Observatorio Internacional Gemini acaba de informar que habrán solamente 15 bue moons en los próximos 20 años. ¡Eso es menos de una luna azul al año! Este hecho ha llevado a la gente a usar la expresión "once in a blue moon" para describir los raros eventos que su