Manual para enamorarse luego de los 30 años
Tiene una boca pequeñita, tan suave, delicada y sensual. Parece que al menor contacto fuera a desvanecerse, pero no puedes dejar de ambicionarla con ese labial rosa, que provoca más y más. Sus labios dibujan una mueca tan sarcástica cuando te mira de frente. No solo es egolatría sino fortaleza, poderío y seguridad en sí misma. Entonces tus pupilas deben fugarse para que no te atraviesen las suyas. Sonríe para sus adentros y tienes la respuesta: te ha vencido. Pero no te sientas mal. No eres el único. Tiene 28, casi 29 años, y ha triunfado sobre todos toda la vida. Casi. Dublín, Andrés Suárez Por eso no sabía cómo ni por dónde entrarle. Su postura no daba margen al error, hablando en términos futbolísticos, nunca tenía ángulo para hacer el gol. La galantería de siempre no servía con ella, el periodista oficial, el que vio el sol de medianoche, el trotamundos, el escribidor… nada. Desconozco los misterios que oculta y no me importan, solo quisiera comprender su onda sin pro