Primer Año Nuevo sin mi padre


Rectifico: primer Año Nuevo sin Galo Eduardo Ortiz León. 


No diré "sin mi padre", porque es egoísta e injusto hablar solo a mi nombre, cuando tuvo tantos amigos, conocidos y familiares que lo amaron igual o quizá más que yo…

Este año nos dejó físicamente. Pero él permanece con nosotros en los recuerdos.

Los días, semanas y meses posteriores a su fallecimiento fueron muy duros, pero  en medio de ese dolor y tristeza aprendimos a dimensionar al hombre que se extinguió.

En los obituarios de su duelo recordamos al niño que corría tras una pelota de fútbol -con sus ojos claros y vivarachos-, al joven que reparaba automóviles sin ayuda de nadie, al jugador de Sociedad Deportivo Quito, al trabajador y microempresario incansable… 

Esta vez, antes que fenezca este 2017, quisiera contarles algunas anécdotas de ese señor al que conocí poco y mucho a la vez.


Galo era muy pícaro y bandido. Quien no lo conocía seguro lo compraba. Era el típico chulla quiteño, galante, alegre y lleno de mentiras bondadosas…

Y no quiero ni imaginarme cómo fue de joven, cómo le habrían seguido las chicas cuando jugaba fútbol en la cancha de tierra, cómo les habría quitado las “chauchas” a los mecánicos más viejos, con esa labia y don de gentes. Porque él fue el más dicharachero de la familia. 

Como “Carioco” lo conocían, por lo flaco, cuello largo y los cabellos rizados. Por él y solo por él yo heredé el apodo de “Pollo” y seguro que, sin un día tengo un hijo varón, ya le tendrán preparado su apodo de “Gallo”, “Carioco 2”…

La verdad es que ese hombre delgado sí que tragaba, ¡qué bestia, qué manera de comer! No pocas veces nos retábamos a terminarnos las montañas de chaulafán en la Prensa o el arroz con papas con cuero en Pambachupa. Cuando era adolescente yo podía soportar ese reto, pero luego ya no pude derrotarlo. Era increíble la cantidad de ají que le ponía a la comida.

Nunca olvido esa habilidad para ganar los peluches del Play Land Park, los que hasta el día de hoy (25 años después) conservo en mi departamento. Estoy seguro, muy seguro, que mis hermanos también pudieron disfrutar de esos pequeños momentos de felicidad.

De niño siempre me compró todos los uniformes del Austral: él tenía la ilusión de que yo podría ser un futbolista profesional, y un ingeniero destacado. ¡Qué penita! Lo mío fueron las letras y el periodismo. Sé que pese a todo, a no cumplir sus sueños, siempre estuvo orgulloso de mí cuando me dejaba en el aeropuerto para mi siguiente viaje internacional.

Mi papá no estuvo mucho en mi niñez. 

 Nuestra amistad de verdad empezó cuando cumplí los 18 años. Pero fue bueno contar con él en esas épocas. Y se los digo porque se llevó a la tumba los secretos de mis más grandes locuras y excesos. Y sin querer queriendo se convirtió en mi compinche, en mi pana.

Ahora que han pasado tantos meses, ratifico firmemente que la muerte debe servir para celebrar la vida y la alegría. En este tiempo de reflexión, pude comprender que nuestros seres queridos no solo habitan la eternidad de Dios, sino que viven en nosotros, a través de nosotros.

Y cuando digo esto, no es metafísica, no es espiritismo. No.

Nuestros seres queridos, como Galo Eduardo Ortiz León, viven en nuestra cotidianidad. Galo Ortiz vive en cada lugar en que demostró su nivel futbolístico, en cada vereda donde vagueó, en cada mecánica donde trabajó, en cada carretera por donde viajó.

Pero no sólo eso. No solo vive en lugares.

Mi papá vive a través de nuestras vidas: en los actos, en la picardía heredada, en esa sonrisa cómplice, en esa tenacidad para el trabajo, en la honradez, en cada gesto, en cada promesa… En esos lunares, en ese color de pie cobrizo que me heredó, que nos heredó. 


Quería citarles, un poema –parafraseado- de César Vallejo, que creo demuestra el sentir de toda la familia Ortiz:

A mi hermano

Hermano, hoy estoy en el banco de piedra de la casa,
donde nos haces falta sin fondo…
Me acuerdo que jugábamos a esta hora, y que
mamá nos acariciaba y nos decía: “pero hijos, pórtense bien”

Ahora yo me escondo, como antes,
por la sala, el zaguán, los pasadizos
donde solías encontrarme y dar conmigo.
Después te ocultabas tú, y yo no podía dar contigo.
Me acuerdo que nos hacíamos reír y llorar en aquel juego.

Galo, tú te escondiste
una noche de abril, al anochecer
pero, en vez de ocultarte triste, te escondiste risueño.
Y yo, tu hermano, tu gemelo de corazón y de esos juegos,
te dejé ir sin sombras en el alma.

Oye, hermano, no tardes en salir, ¿bueno?
Que mamá puede inquietarse. 

Dejar ir… Hoy les invito al desapego de lo físico, al abrazo de lo etéreo, porque:  
Desapego es la capacidad para soltar lo que se amó, pero sin dejar de amarlo ni un segundo.
Desapego es aprender a dejar ir, sin odios.
Desapego es vivir un día a la vez, un segundo al frente y sin atrás. 
Desapego es comprender que, tarde o temprano, “lo otro” nos dejará o habremos de dejarlo (por lo menos del modo en que lo conocimos hasta ese momento).
Cuando consigamos esto, sucederá algo maravilloso: porque entonces… podremos tener, podremos desear, podremos armar sin vínculos, sin volvernos dependientes.
Porque solo así podremos amar más allá de la presencia, sabremos amar de verdad, amar en ausencia pero con un recuerdo perdurable, que nada ni nadie podrá arrebatárnoslo.
 Hoy abro el álbum de fotos sin miedos y miro a ese señor que se eternizó en mi rostro.
Muchas gracias por el apoyo a nuestro padre, hijo, hermano, tío, abuelo, nieto y amigo.
Ha pasado casi un año. 
Agradezco siempre a toda esa gente que nos dio su fuerza, a los amigos incondicionales que estuvieron apoyándonos.
Dios les pague.

-
@Escribidor_EC

Comentarios

  1. Hola @Escribidor_EC me gustó muchísimo tu blog, por andar navegando en la web llegué hasta aquí, me deleité al leerte, de verdad sobre este artículo me hiciste pensar sobre el desapego, que fácil se dice pero cuesta mucho lograrlo...

    ResponderEliminar
  2. Casino Poker Game - Free play no download no registration
    Free 배당 토토 slots are offered by many casino game developers, 프라하 사이트 and these slots are the only game that you can 텐벳먹튀 play for real money. They can be 졸리다 found at any online w88mobile casinos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

A Salamanca no se vuelve (relatos del desapego)